La consejería es una herramienta clave dentro del modelo de salud familiar, que permite acompañar el proceso de salud-enfermedad en situaciones que requieren una intervención más profunda desde el equipo de salud, como ocurre con pacientes cardiovasculares descompensados, usuarios al cuidado de personas con dependencia severa o casos complejos de alto riesgo infantil. 

Esta labor, que se vio interrumpida durante la primera etapa de la pandemia, ha sido reactivada lo que implica la extensión su cobertura que va en directo beneficio de las familias usuarias del hospital de Cañete, tal como lo explica la coordinadora de Salud Familiar, Paulina Saravia Irribarren.

«Desde finales del 2021 retomamos este trabajo porque creemos que marca de manera importante lo que implica intervenir a nuestros usuarios desde la perspectiva de salud familiar, tanto la consejería familiar como la individual es una actividad de alto rendimiento», explica la profesional.

La duración de una sesión de consejería individual bordea los 30 minutos y en el caso de que la intervención sea a la red familiar, ésta se extiende a una hora, agrega Saravia, ambas se realizan en dos y tres ocasiones respectivamente. 

«Esto implica que tenemos la posibilidad de identificar factores protectores y de riesgo, junto con la etapa de cambio que está atravesando la persona o la familia para poder de ahí realizar aportes a proceso de salud-enfermedad afecta al usuario o su red familiar», finalizó la coordinadora.